16 noviembre 2011

La Revolución de Octubre de 1934: Contexto histórico, sucesos en Cataluña y Asturias, y su repercusión en Cantabria.




En Octubre de 1934, se vivieron en diferentes puntos del Estado español, varios días de sucesos revolucionarios muy destacados, siendo en Cataluña y en Asturias, dónde estos sucesos resultarían más importantes.

En las elecciones generales para la presidencia del gobierno de 1933, los partidos de centro-derecha, y de una derecha más radical, como el Partido Radical Republicano y la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) respectivamente, obtuvieron los mejores resultados, llegando a conseguir, 115 diputados la CEDA y 102 los radicales.

El primer gobierno que salió después de dichas elecciones, fue formado integramente por miembros del Partido Radical  dirigido por Alejandro Lerroux, pero contando muchas veces con el apoyo desde el exterior de los parlamentarios cedistas. Dicho ejecutivo se encargó de paralizar las reformas inicidadas durante el anterior gobierno republicano-socialista, en materia agraria, educacional, militar, o religiosa, ya que pese a no haber satisfecho del todo las aspiraciones de la clase trabajadora, suponían un cierto riesgo para la oligarquía española.

En Octubre de 1934, la CEDA, partido cuasi fascista dirigido por Jose María Gil Robles, dejó de querer solamente apoyar externamente al gobierno radical, y exigió la entrada de varios de sus parlamentarios en el gobierno. Al final tres ministros cedistas pasaron a formar parte del gobierno, lo que unido a la política de paralización de las reformas del gobierno radical, provocó una desconfianza y un rechazo frontal de las fuerzas de izquierda.

Así pues, el día 5 de Octubre la UGT declaraba una huelga general en Madrid que no fue secundada por el otro gran sindicato del momento, la anarcosindicalista CNT, pero a partir de ahí las huelgas y los sucesos revolucionarios en los que algunas de ellas acabarían desencadenando, se produjeron de manera desigual en diferentes puntos del Estado.

Como decíamos al principio, Cataluña y Asturias fueron los lugares dónde estos hechos cobraron mayor importancia, desarrollandose en cada uno de ellos de manera diferente.

Así en Cataluña, el gobierno de la Generalitat presidido por el lider de Esquerra Republicana de Catalunya, Lluis Companys proclamó en la noche entre el 6 y el 7 de Octubre el "Estat Catala" dentro de la "República Federal Española". Esto provocó la intervención del ejército, que después de enfrentamientos en los que murieron alrededor de 40 personas controlaría rapidamente la situación, la detención y el encarcelamiento de Companys, y la supresión de la autonomía catalana.

En Asturias, desde hacía varios meses, la UGT y la CNT a diferencia de lo que ocurría en otros lugares del Estado, venían trabajando juntas firmando un pacto con el que estaba también de acuerdo la FSA, Federación del PSOE en Asturias, que acabaría fraguando un mes antes de los hechos revolucionarios en la alianza obrera llamada UHP, Unión de Hermanos Proletarios.
Después de la llamada a la huelga general el 5 de Octubre, los mineros asturianos disponían de armas y de dinamita, y de muy buena organización. Se llegó a proclamar en Oviedo la República Socialista Asturiana, y en algunos lugares como Langreo y Gijón se dieron durante varios días experiencias de comunismo libertario y durante casi dos semanas gran parte del territorio asturiano estuvo controlado por los mineros. La represión por parte del ejército drigida por los generales Franco y Goded fue feroz.

En Cantabria, aunque menos conocidos que los anteriormente y brevemente citados,  durante esos días, también se produjeron sucesos revolucionarios, que para que podamos conocer, os dejo un artículo del historiador Fernando Obregón Goyarrola, sobre los mismos.



En estos días, hace 77 años y aunque con menor intensidad que en Asturias o Cataluña, Cantabria vivía en plena efervescencia revolucionaria. El caldo de cultivo estaba preparado con diversos ingredientes: la izquierda había perdido las últimas elecciones y gobernaba el Partido Republicano Radical Socialista (PRRS), de derechas. Este gobierno había paralizado las reformas sociales del anterior gobierno, y en los últimos días había decidido dar entrada al gobierno a varios miembros de la CEDA, el partido con mayor representación parlamentaria y que, digamos, estaba muy a la derecha.
Ante esto, el PSOE, o al menos su ala más radical, decide pasar a la acción para impedirlo, planeando una huelga y acciones revolucionarias en toda España. La huelga comienza el día 5 en Madrid y no cuenta con el apoyo anarquista (FAI-CNT) en ningún lugar, salvo en Asturias (donde además es apoyada por los comunistas, de escaso número). En el País Vasco los nacionalistas tampoco se suman a la acción de la UGT, mientras que en Cataluña ERC lidera una insurrección nacionalista.
En Cantabria el día 5 comienza la huelga; a las 3 de la tarde los comercios de Santander están cerrados, y a las 5 comienzan la huelga los obreros industriales de la cuenca del Besaya, a los que poco después se suman los empleados de la hostelería y el comercio. En Camargo también paran los obreros de las fábricas. Los primeros incidentes del día se producen en Nueva Montaña-Quijano y en Castro Urdiales, donde se asaltan varias casas de Ontón y se desarma a los guardias de las minas.

El día 6 se suman a la huelga los obreros de Reinosa, y se suceden los choques e incidentes, especialmente en la zona de Torrelavega. En Sierrapando se quema la iglesia, se cortan las comunicaciones telefónicas y se vuela el transformador. También se vuelan el puente de Cohicillos, la conducción de aguas a Campuzano y la iglesia de Mercadal. En Torrelavega se inicia el asalto al Ayuntamiento, se intenta cortar el ferrocarril Santander-Torrelavega y quema la iglesia parroquial. Hay enfrentamientos con las fuerzas del orden en Viérnoles. En Barreda y en Cartes se cortan las carreteras, enfrentándose los huelguistas a la Guardia de Asalto. La mayor parte de la Guardia Civil de Torrelavega ha salida a sofocar incidentes a Corrales, y los restantes efectúan disparos al aire para controlar a los huelguistas. De esa forma hieren a una joven que observaba desde un balcón. Además, un obrero de la Granja Poch se convierte en la primera víctima mortal.
Por la tarde comienza el uso del ejército en la región, llegando a Torrelavega soldados del acuartelamiento de Santoña, que declaran el Estado de Guerra. Más tarde llegarían hasta dos compañías de infantería desde Burgos, que se instalarían en Reinosa. Por la noche se produce en Torres la primera muerte entre las fuerzas represivas, al ser tiroteada una furgoneta en la que patrullaban guardias civiles de Potes y Renedo y varios falangistas: muere un falangista, siendo heridos dos falangistas más y dos guardias.
En Las Rozas de Valdearroyo se vuelan varios puentes y se corta la línea férrea.
El día 8 se suman a la huelga los trabajadores de las minas de Camargo. El día 11 la Guardia Civil mata al alcalde socialista de Polanco, que huía para evitar su detención.
Ya el día 16 finaliza la huelga y los oncidentes en la mayor parte de Cantabria, reincorporándose al trabajo la mayoría de trabajadores. En Torrelavega no se vuelve a la normalidad hasta dos días más tarde, el 18 de Octubre, después de 13 días de huelga y enfrentamientos.
El saldo final es de once muertos y una treintena de heridos en la región. Los enfrentamientos y choques entre huelguistas y fuerzas de seguridad se centraron sobre todo en Torrelavega, Santander, Valle de Buelna, Reinosa, Las Rozas de Valdearroyo, Piélagos, Astillero, Villaescusa y Castro Urdiales.
La represión posterior se tradujo en Consejos de Guerra y penas de hasta veinte años de cárcel, donde morirían varios presos; la disolución de los ayuntamientos izquierdistas; el despido de huelguistas. Como consecuencia del elevado número de presos, el buque Alfonso Pérez se convirtió por primera vez en prisión; no sería la última. Y el legado de odios y la fractura social también se cobraría su factura apenas dos años más tarde.

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